El punto 7.2 de la norma ISO 9001 se centra en la competencia y conciencia del personal, elementos clave para asegurar que los empleados comprendan su papel en el sistema de gestión de calidad (SGC) y cuenten con las habilidades necesarias para realizar su trabajo de manera efectiva. Para las pymes, gestionar adecuadamente los recursos humanos es esencial para asegurar que el equipo esté alineado con los objetivos de calidad y contribuya a la mejora continua de la organización.
Competencia del personal según ISO 9001
La ISO 9001 establece que las organizaciones deben asegurarse de que los empleados cuenten con las competencias necesarias para cumplir con los requisitos del cliente y con los estándares internos de calidad. Esto incluye no solo la experiencia y habilidades técnicas, sino también el conocimiento de los procesos, normativas y responsabilidades asignadas a cada empleado.
Ejemplo: Una pyme en el sector de manufactura debe asegurarse de que los operarios de maquinaria estén capacitados en el uso correcto del equipo, así como en los procedimientos de control de calidad.
Pasos para gestionar la competencia del personal
- Evaluación de las competencias necesarias El primer paso es identificar las competencias que se requieren para cada puesto. Esto implica definir las habilidades técnicas, conocimientos, experiencia y cualificaciones necesarias para realizar las tareas de forma adecuada y eficiente.
Ejemplo: En una empresa de servicios, el personal de atención al cliente debe contar con habilidades de comunicación efectiva y conocer los procedimientos internos para resolver problemas de los clientes.
- Capacitación y desarrollo Una vez que se han identificado las competencias requeridas, es necesario establecer programas de capacitación y desarrollo para asegurarse de que los empleados adquieren las habilidades necesarias. Estos programas deben ser continuos y adaptarse a los cambios en los procesos o tecnologías utilizadas.
Ejemplo: Una pyme que implementa nuevas herramientas tecnológicas debe capacitar a sus empleados en el uso de estas herramientas para asegurar que se aprovechen de manera eficaz.
- Evaluación y seguimiento El desempeño de los empleados debe ser evaluado periódicamente para verificar si sus competencias siguen siendo adecuadas o si necesitan más capacitación. La evaluación puede basarse en indicadores de desempeño, resultados de calidad o retroalimentación de los supervisores.
Ejemplo: Una empresa podría realizar evaluaciones de desempeño trimestrales para medir si los empleados están cumpliendo con los estándares de calidad y eficiencia esperados.
Conciencia del personal
El punto 7.2 también subraya la importancia de que los empleados tengan plena conciencia de cómo sus actividades impactan la calidad del producto o servicio, así como la satisfacción del cliente. La conciencia implica que el personal comprenda los objetivos de calidad de la organización y cómo su trabajo contribuye al éxito del SGC.
- Comunicación interna Para asegurar la conciencia del personal, es esencial que la dirección comunique de manera clara los objetivos de calidad y cómo se alinean con los procesos internos. Las reuniones periódicas, los boletines informativos y la formación en calidad son herramientas útiles para mantener al equipo informado y comprometido.
Ejemplo: Una pyme puede realizar reuniones mensuales en las que se comunique el desempeño del SGC y se discutan los logros y áreas de mejora.
- Involucrar al personal en la mejora continua El personal debe estar involucrado activamente en los procesos de mejora continua. Esto no solo les permite aportar ideas para mejorar, sino que también refuerza su compromiso con los objetivos de calidad de la empresa.
Ejemplo: Una pyme puede implementar un programa de sugerencias en el que los empleados propongan ideas para mejorar los procesos operativos o el servicio al cliente.
Beneficios de gestionar la competencia y conciencia del personal
- Mejora en la calidad: Asegurar que el personal sea competente y consciente de sus responsabilidades mejora significativamente la calidad de los productos y servicios.
- Aumento de la productividad: Los empleados con las competencias adecuadas pueden realizar su trabajo de manera más eficiente, reduciendo errores y aumentando la productividad.
- Satisfacción del cliente: Un equipo capacitado y consciente de su impacto en la calidad ayuda a mantener altos niveles de satisfacción del cliente, lo que fortalece la reputación de la empresa.
El punto 7.2 de la norma ISO 9001 destaca la importancia de la competencia y conciencia del personal para mantener y mejorar la calidad dentro de la organización. Gestionar adecuadamente los recursos humanos no solo asegura el cumplimiento de los requisitos de calidad, sino que también fomenta una cultura de mejora continua. Las pymes que invierten en la capacitación y desarrollo de su equipo, y que promueven la conciencia sobre la calidad, verán mejoras tangibles en su desempeño y en la satisfacción del cliente.
